En el hinduismo, la gran madre Tierra está personificada por una Diosa. Prithvi “La amplia”, llamada también Bhudevi, o Bhumi. “La existente” Agni, el Dios del fuego, vive en el seno de la tierra y allí deposita la semilla de la vida.
Este Pranayama lleva a la persona a tomar conciencia de su energía interna, sin que ésta se separe de la materia, de la tierra. Es por lo tanto, de gran utilidad para las personas que tienen facilidad para “volar” con la mente, con los pensamientos, se olvidan de estar presentes en el momento que están viviendo, que se alejan con gran frecuencia de todo aquello que los lleva a lo racional.
Realización:
1 – En la postura habitual, correcta y cómoda, relajad todos los músculos del rostro. Olvidando todo aquello que hay a vuestro alrededor, fuera de vosotros, observad la calma y la regularidad de vuestra respiración.
Permanecer durante algunos minutos en esta actitud de escucha.
Visualizar con los ojos de la mente el gran canal interno que atraviesa el tronco desde la base hasta el vértice de la cabeza, transportando energía mediante la respiración.
2 – Durante la fase de inspiración, pensar en absorber energía desde la tierra, haciéndola subir a lo largo del canal, hasta la base de la nariz en el punto denominado “Tridevi”, punto de encuentro de tres canales de energía representados por las tres Divinidades: Sarasvati en el centro, Ganga en la fosa nasal derecha, y Iamuna, en la fosa nasal izquierda.
3 – Durante la espiración, acompañar el soplo de la respiración que baja, con una proyección ovalada hasta la base.
Seguid respirando de esta forma, manteniendo la atención centrada en esta forma ovalada que en cada ocasión, os devuelve a la tierra de la que absorbéis nueva energía.
