Realización:
1 – Debéis situaros ante una pared blanca, en vuestra postura habitual de meditación.
2 – Comprobar que no exista tensión en parte alguna del cuerpo.
3 – Mantened el cuerpo inmóvil, la respiración tranquila y regular.
4 – Los ojos entrecerrados, a través de la ranura que queda entre los párpados de los ojos, contemplad la pared blanca.
5 – Al principio dejad que los pensamientos afluyan y se alejen de vuestra mente: es algo natural. No os esforcéis por eliminarlos.
No debéis desalentaros sino que debéis seguir contemplando la pared blanca, vacía, a pesar de que los pensamientos y las ideas se vayan acumulando cada vez más numerosos.
Seguramente no logréis liberar la mente en la primera vez; volver a intentarlo diariamente con paciencia, sentados ante la pared blanca.
Cada día aumentaréis unos minutos vuestra sesión, hasta que la mente quede vacía cómo la pared.
Fuente: http://www.shurya.com/035-dhyana-meditacion-respiracion/